QUE DIFÍCIL
Que difícil es vivir en un mundo que solo es una fotografía
de Instagram o de Facebook. Representamos constantemente nuestras vidas no
vividas, llenas de mentiras, sin sentimientos, callando por miedo a perder más
que a ganar, huimos cuando las cosas comienzan a complicarse en el corazón, y
echamos balones fuera o culpabilizamos a los demás, es muy difícil levantarse
cada mañana y perfilar un mundo de imágenes para los demás, un mundo lleno de
soledades y de mentiras, es duro mirarse a la cara y tener que lavarse la cara,
plantar una sonrisa y salir a la calle, cuando lo que deseas es gritar al mundo
¡DESPIERTA!.
Déjate de mentiras y di lo que piensas aunque sea
incorrecto, aunque los demás te tachen de loco, de enfermo mental, los amigos
del Facebook o los seguidores de Instagram no son amigos, solo son gente que va
y viene, lo importante son esas personas que te hacen sentir, que te abrazan
cuando te ven aunque lleven sin verte 20 años, las personas con las que te
despiertas cada mañana, y como diría mi querido Robin Williams “quien se tira
pedos a tu lado cuando se pone nervioso”.
A veces metemos la pata, si, por supuesto, todos somos
humanos, a veces la meten los demás, y debemos saber perdonar, no por ello
vamos a colgarlos a la puerta del ayuntamiento como escarnio público, a veces
solo las cosas pasan, porque tienen que pasar para que podamos aprender, y con
ello mejorar.
Pero es difícil ¿verdad?, es difícil levantarse cada día,
y llevar una monotonía, centrarse en un punto en blanco en el metro, mientras
el que está en el sillón de al lado parece que no se ha lavado en un mes, y
juzgamos que es un puerco sin saber que la ropa la acaba de robar de un contenedor
de ropa usada, y que tiene más necesidad de respirar en un mundo que le oprime
de la que podrías tener tú.
Vivimos en un mundo de vidas felices en una pantalla de
ordenador, de fotos con café para dos, sin implicarnos en más que en una foto,
ni siquiera el café es la suficiente implicación, cuando la verdad es que somos
unos putos enfermos, presos de nuestros miedos y esclavos de las necesidades
que nos han creado, de las mentiras que nos han contado “en una sociedad en que
que todo es perfecto”, mientras perdemos lo que amamos sin saber como
solucionarlo.
Un “hoy más que ayer y menos que mañana”, pero ¿qué
mierda es eso? Si lo que queremos es hoy, ahora, mañana igual ya no podemos
disfrutar, cuanta inutilidad, todo para mañana, todo un “ya veremos, mañana se
verá…” y si mañana no existe? Las cosas que no hayas expresado hoy igual no las
puedes expresar mañana, lo que te calles igual no podrás decirlo nunca, lo que
no ames seguramente no puedas amarlo jamás.
¿A que es una mierda? Piénsalo solo un instante, que
mañana despierta una llamada diciéndote que lo que te has callado, ya nunca más
lo podrás decir…
Que difícil es vivir cada día, y llegar a la noche para
meterte en cama, esperando despertar al día siguiente. Que fácil es montar un
universo de ficción para los demás, y al mirarte al espejo no encontrar rastro
de ese universo, ni de esa persona de ficción, meterte en cama, con la compañía
de la oscuridad. ¿y dónde estás tú?.
César Gorín
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