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jueves, 22 de septiembre de 2016

CRISIS



"Las crisis pulen tu vida.
En ellas descubres lo que realmente eres."
Allan K. Chalmers.


CRISIS

Uno de los primeros recuerdos que tengo de mi padre es de cuando yo tenía poco más de cuatro años, caminaba por el arcén de la carretera agarrado de su mano después de ir a hacer unos recados, y a cada coche que pasaba yo le preguntaba si valdría cien pesetas.
Cien pesetas en los años de la crisis de los 70 eran muchas pesetas, sobre todo para gentes humildes de un pueblo en el que la mayoría de sus habitantes estaban sin trabajo. La crisis de hoy no difiere mucho de la de aquellos tiempos, sólo que en aquellos tiempos las personas estaban acostumbradas a estar sin nada, porque nada habían tenido en los últimos 30 años. La sociedad de hoy está acostumbrada a un nivel de vida del que no queremos bajarnos, a unas necesidades creadas en las falsas apariencias, y a un egoísmo exacerbado.

Mis recuerdos de aquellos tiempos, aun no enterándome de mucho o más bien de nada de lo que pasaba más allá de las cuatro casas que estaban alrededor, es la de la solidaridad, la de que todo el mundo ayudaba a todo el mundo, de las madres que iban al ultramarinos y compraban a fiado, y las cuentas eran las que apuntaban en una libreta, y cuando llegaba el marido con el sobre a casa, lo primero que se hacía era pagar al ultramarinos.
Ningún hijo protestábamos porque no teníamos el último modelo de zapatillas nike o adidas, o el móvil de la manzanita, la ropa la mayor de las veces era heredada de hermanos o primos, y tan cucos que íbamos.

Quizás queremos dar todo lo que no tuvimos a nuestros, y de ahí el pecado de no decir nunca que no a nada, o de no saber tampoco cómo decirlo, y a pesar de las dificultades que existen en muchas casas, los padres siguen haciendo esfuerzos para que los hijos tengan aquello que desean, para que no se sientan discriminados con los compañeros de clase, o con los del equipo deportivo.

Nosotros, las personas de a pie, no somos los causantes de la crisis, como tampoco lo fueron nuestros padres de la que a ellos les tocó vivir, y cuando miro a las grandes empresas obteniendo cada vez más beneficios tras haber despedido a cientos de trabajadores, a los banco que cada vez obtienen más y más beneficios, y cobran comisiones por todo, tras tener que inyectarle miles de millones que acabamos pagando los ciudadanos, el comportamiento del gobierno, recortando en lo más importante que tiene una sociedad, La educación y la sanidad, y como con esos recortes, contratos de privatizaciones, los amigos de estos gobiernos se enriquecen a cuenta de los ciudadanos, no puedo hacer más que enfurecerme en un principio y entristecerme después ante la impotencia que sentimos.

Aun así creo que existe la esperanza de un cambio, la posibilidad de recapacitar en el camino que llevamos y hacer las cosas de mejor manera, aprender de los errores que hemos cometido y mejorar. Tengo esperanza, porqué creo en el ser humano.

César Gorín

22/09/2016

2 comentarios:

  1. Grandes pensamientos que pocas veces salen a la luz con tanta realidad, aunque much@s lo pensemos.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Lecoru por tus commentarios y por tu apoyo.
      Un abrazo.

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